Pertenecen Jose Luis y Maricarmen a esa minoría étnica que NO necesita de bares para entretenerse, pues la curiosidad está en su cabeza y la aventura en sus pies.
Y en esta semana pasada destinaron una tarde a dar un paseo por el sendero que une La muela y El robledillo. Algunas imágenes muy alejadas de lo que solemos imaginar cuando pensamos en el paisaje villarteño.